Legalidad en el dropshipping, ¿cómo se maneja en España?

Si te estás planteando meterte en el mundo del dropshipping desde España o ya estás dentro y te ha entrado el runrún legal, ese que te hace preguntarte:

¿Estoy haciendo las cosas bien o me van a caer multas por no tenerlo todo en regla?

Respira tranquilo. Aquí en Eddington Asociados te vamos a contar todo sobre la legalidad del dropshipping en España, tal y como es nuestra costumbre, sin rodeos, sin tecnicismos que te hagan bostezar, y con un enfoque real, para gente real como tú. 

Además, ofrecemos el respaldo ideal para emprendedores que están construyendo su futuro desde su ordenador portátil y con mucho empeño, con nuestra asesoría especializada en e-commerce y dropshipping.

El dropshipping es legal en España, pero con condiciones

Directo al meollo del asunto: Sí, el dropshipping es legal en España. No es una laguna legal, no es una trampa, no es un hack. Es simplemente un modelo de negocio legítimo que, bien montado, puede ser una máquina de generar ingresos.

Ahora bien, como todo lo que toca el mundo legal-fiscal en España, hay que cumplir con ciertos requisitos. Aquí no vale eso de “yo solo vendo por internet, no tengo tienda física, no pasa nada…”. Pasa. Y mucho.

El boom del dropshipping en España 

Desde hace unos años, especialmente entre 2020 y 2024, el dropshipping ha explotado en España.

Gente joven (y no tan joven) buscando nuevas formas de generar ingresos, escapar del empleo tradicional o montar algo propio.

Y lo que hace la diferencia entre un “vendehumo” y un emprendedor real es precisamente esto: hacerlo legal, profesional y con visión de largo plazo.

Dropshipping explicado de forma sencilla

Para que lo tengas claro, y seguramente lo necesitarás para explicárselo a tu cuñado en Navidad: el dropshipping es un modelo de tienda online donde tú vendes productos que no tienes en stock.

Es decir, el proveedor envía directamente al cliente. ¿Cuál es tu función? Tú pones la cara, la tienda, la atención al cliente, y el margen de beneficio.

Es como tener un negocio sin almacén, sin levantarte del sofá y con la posibilidad de vender a todo el mundo. Y sí, eso suena muy bien. Pero como diría tu madre: “hazlo bien, que luego vienen los disgustos”.

Requisitos legales para hacer dropshipping en España

Aquí es donde empieza la parte seria del juego. La que separa a los que improvisan con un logo bonito en Shopify de los que se montan un negocio real, sólido y legal.

Porque sí, el dropshipping mola. Pero si no haces las cosas bien desde el principio, te puede salir caro.

Y no hablamos solo de dinero. Hablamos de líos con Hacienda, problemas con la Agencia de Protección de Datos, y clientes enfadados que terminan dejando tu marca por los suelos.

Así que vamos paso a paso. Porque cumplir con la ley no solo es obligatorio, también es lo que te va a diferenciar del 90% que hace las cosas a medias.

Darse de alta como autónomo (o montar una empresa)

Sí, aunque vendas desde el sofá de tu casa. Aunque tu proveedor esté en China, Lituania o Murcia. Para hacer dropshipping en España hay que ser autónomo. Punto.

¿Por qué? Porque estás vendiendo. Estás generando ingresos. Y eso, en los ojos de la ley, te convierte en empresario. Aunque tú solo veas una tienda online. Las dos opciones principales son:

    • Darte de alta como autónomo, lo más habitual para empezar solo.
    • Constituir una Sociedad Limitada (SL) si sois varios socios, o quieres una estructura más profesional desde el día uno.

Esto implica, además, varias cosas que no puedes saltarte:

    • Alta en Hacienda con el modelo 036 o 037 (marcando la actividad que vas a realizar).
    • Inscribirte en el IAE (Impuesto de Actividades Económicas).
    • Alta en la Seguridad Social (en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, RETA).

Ventaja extra para nuevos autónomos

Si estás iniciando y cumples ciertos requisitos, puedes acogerte a la tarifa plana, pagando solo 80 € al mes durante el primer año. Es un impulso importante para lanzar sin que te asfixien los gastos desde el primer momento.

Cumplir con tus obligaciones fiscales

Vale, ya estás dado de alta. ¡Bien! Pero ahora viene la parte que hay que mantener viva cada trimestre: los impuestos.

Y no, no aplica la idea de «como vendo poco, no hace falta«. Hacienda no distingue entre mucho o poco. Si estás de alta, debes declarar. Esto es lo que tendrás que presentar como mínimo:

    • Declaraciones trimestrales de IVA (Modelo 303): cada tres meses toca rendir cuentas del IVA que has cobrado (y el que has pagado).
    • Declaración resumen anual del IVA (Modelo 390): un recopilatorio general al final del año.
    • IRPF o Impuesto de Sociedades (Modelo 130 si eres autónomo, 200 si tienes una SL): aquí pagas por tus beneficios.
    • Si tienes empleados, colaboradores o pagas comisiones a terceros: Modelos 111 y 190 para declarar las retenciones practicadas.

Aunque tu proveedor esté fuera de la UE y tú no cobres IVA en cada venta, tienes que declarar igual.

Un consejo de Eddington Asociados: ponte en manos de nuestros asesores especializados en ecommerce. En serio, no es un gasto, es una inversión en tranquilidad. Te evitarás líos, errores y sustos innecesarios. 

Cumplir con la legalidad web y la protección de datos

Esto es otro clásico que muchos pasan por alto, pensando: «Bah, si es solo una tienda online, ¿quién va a leer los textos legales?»

Pues, la Agencia Española de Protección de Datos, por ejemplo. O peor, un cliente que se enfada y decide ponerte una denuncia.

Si estás vendiendo online, tu página web tiene que cumplir con el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) y la LOPDGDD (ley española equivalente). Y también con la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSI-CE).

¿Qué implica todo esto? Tu tienda online debe tener sí o sí:

    • Aviso legal: quién eres, cómo te pueden contactar, entre otros.
    • Política de privacidad: qué datos recoges, para qué los usas, y cómo los proteges.
    • Política de cookies: aviso emergente, claro y editable, con opciones reales de aceptación.
    • Condiciones de compra y devolución: claras, visibles y reales (nada de copiar y pegar textos genéricos).
    • Formularios con consentimiento explícito: nada de preseleccionar “acepto todo”.

Lo sabemos, suena a lío legal. Pero una tienda profesional no puede permitirse ignorar esto. Además, tener todo en orden aumenta la confianza del cliente y mejora la conversión. Porque sí, la gente lee. Y cuando ve que una tienda no tiene textos legales, desconfía. Y se va.

¿Qué pasa si no cumples con la legalidad?

Multas. Sanciones. Bloqueos. Sí, así de crudo. Hacienda no se anda con tonterías, y la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) tampoco. Ejemplos de lo que puede pasarte:

    • Multa por no estar dado de alta: hasta 3.000 €.
    • Sanción por vender sin declarar IVA: desde 1.000 € hasta lo que recaudes.
    • Problemas legales por no cumplir con la RGPD: desde 600 € hasta 600.000 €.

¿Y el proveedor? ¿Tiene que cumplir algo?

Buena pregunta. Tu proveedor puede estar en China, España o Marte, pero tú eres el responsable de cara al cliente final. Si tu proveedor la lía, Hacienda y los clientes vienen a por ti, no a por él. Esto significa que:

    • Tienes que tener acuerdos claros con el proveedor.

    • Saber cómo gestiona devoluciones, garantías, tiempos de envío.

    • Informar al cliente de todo esto en tu página web.

Diferencia entre ecommerce y dropshipping

El ecommerce y el dropshipping no son la misma actividad, pero sí que tienen sus características similares. Aquí una descripción de las principales diferencias.

Aspecto
Ecommerce tradicional
Dropshipping
Gestión de stock
El vendedor compra y almacena productos.
El proveedor gestiona el inventario.
Envío de productos
El vendedor se encarga del envío.
El proveedor envía directamente al cliente.
Papel del vendedor
Gestiona todo el proceso: compra, almacenamiento y envío.
Se centra en vender y atender al cliente.
Inversión inicial
Alta (compra de stock, almacén, logística).
Baja (no se necesita stock ni almacén propio).
Regulación legal
Comercio electrónico (sujeto a leyes fiscales y mercantiles).
Igual: también es comercio electrónico y se rige por las mismas leyes.
Obligaciones fiscales
Declaración de IVA, IRPF/IS, facturación.
Exactamente las mismas obligaciones.

Sí, se puede hacer dropshipping en España, pero hazlo bien

Muchas personas ven el dropshipping como un atajo. Pero los que realmente ganan son los que lo ven como un negocio serio.

No se trata solo de vender. Se trata de construir algo sólido, que funcione, que escale, que no te dé problemas legales y que, además, te haga dormir tranquilo. Y en todo negocio serio, el asesoramiento de profesionales es determinante para el éxito del mismo. 

¿Estás preparado para montarlo de forma legal, con estilo y sin miedo? En Eddington Asociados ofrecemos el respaldo que necesitas cuando quieres. Nuestra asesoría especializada en dropshipping te garantiza asesoramiento en:

    • Modelos de negocio y plataformas e-commerce.
    • Optimización operativa y gestión empresarial.
    • Marketing digital para expandir tu mercado.

Cada pieza cuenta para el éxito en el dropshipping. Estamos atentos a todos los detalles, cuenta con nosotros.

Preguntas frecuentes sobre la legalidad del dropshipping

¿Puedo empezar en dropshipping sin pagar impuestos al principio?

No. Desde el momento en que inicias actividad económica, estás obligado a declarar impuestos, incluso si aún no tienes beneficios.

¿Qué modelo de autónomo me sirve para empezar en dropshipping?

La mayoría se da de alta en el epígrafe 665 del IAE (comercio minorista por correspondencia o internet).

¿Necesito facturar con IVA a mis clientes?

Depende de dónde esté el cliente y el proveedor. Pero sí, en muchos casos estarás obligado a emitir facturas con IVA.

Hablemos sin compromiso.